Por: Nayeli Hidalgo
Sabemos a ciencia cierta que es difícil alcanzar a digerir con claridad todos los eventos que suceden alrededor de nosotros en un sólo día, cuando ligo esta situación con lo que ocurre con la tecnología y con el mundo digital del cuál estoy, y seguro muchos de ustedes también, muy interesada, me abruma la situación y termino sintiéndome invadida de ideas, pensamientos fatalistas y esperanzadores a la vez, es complejo. Pero, el mundo cambia y nosotros debemos estar preparados, la situación es y ¿quién nos dice cómo?
Hace unos días unos amigos chavorucos comenzaron a hacer chistes en un grupo de Whats app sobre el famoso término pack, estoy casi segura que muchos de ellos no tenían la menor idea de qué se estaba hablando y lo más probable es que tuvieron que acudir a sus sobrinitos para que los asesorarán sobre el tema, pero no los culpo, lo que sucede en las redes sociales y en Internet es demasiado veloz, demasiadas cosas nuevas cada minuto.
En fin, esta noción se puso de moda hace un tiempo, no es algo reciente, pero el año pasado tuvo un gran auge entre adolescentes; se trata de un concepto referido a un paquete de archivos digitales entre ellos fotos o videos de una persona que puede mostrarse semidesnuda o desnuda, para esta práctica también se utiliza el término send nudes. ¿WTF? ¿es enserio que esto pasa entre adolescentes? Sí y va desde chavitos de 12 a 20 años, o sea que estamos hablando de una cosa que sobrepasa la imaginación de aquellos que todavía tuvimos novio de manita sudada.
Pero, la cosa no para ahí, dado que los jóvenes se encuentran en esa etapa de descubrimiento sexual, apareció también el famoso sexting, que consiste en mandar vídeos que muestran prácticas sexuales, realizadas entre parejitas de novios o amigos, de hecho en Twitter de repente estos vídeos se tornan en hashtags de lords y ladys.
Lo más cañón es que estamos hablando de un peligro latente y poco perceptivo para los ojos de muchos, se trata de pornografía infantil; aunque no lo crean existen grupos en Facebook y Whats app donde los chavos se comparten todo este material. Los fanáticos arman grupos abiertos o cerrados en las redes sociales y suben estas fotografías que muchas veces dejan poco a la imaginación. Pero, Insisto ¿y en manos de quién cae realmente o podría caer toda esa información? ¿y qué tipo de usos podría tener? Si tienes 15 años seguro ni te lo imaginas, pero miedo mil.
Sin dejar de contextualizar y por supuesto sin generalizar, algunas de las razones por las que yo creo que estos chavos hacen semejante locura se debe a esos impulsos púberes como el enamoramiento, la calentura o la estupidez, pero definitivamente considero que la desinformación es uno de los ejes que deberían considerarse como primordiales para la reflexión de estos temas.
¿Cómo advertirles de los peligros latentes? ¿cómo informarnos? ¿de qué me sirve seguir a un youtuber que solo me cuenta chistes? Sin duda, la responsabilidad de aprender e involucrarse con todos estos rollos y de actualizarnos sobre lo que ocurre en Internet está en uno mismo, pero no podemos negar que la poca alfabetización digital conlleva a nuevos retos para todos y ¿quién está haciendo algo a profundidad?¿es tarea de las instituciones?¿de los padres?¿creen que a los adolescentes les importa? Estoy segura que no dejarán de hacerlo, pero la orientación es básica.
Sepan que los jóvenes ya no solo quieren aprender a fumar atrás de la escuela sino que exploran el mundo más allá de lo evidente; hoy queremos estar expuestos a todas horas, en todo momento y buscar el reconocimiento a través de todas las formas posibles; exposición sin fin y, sin fin.