«Fue muy divertido hacerlo, aunque es muy diferente de mis otros álbumes», agregó el cantante. «Lo grabamos rápidamente, lo que no había hecho desde el primer álbum de Black Sabbath. Esto lo convirtió en un proceso diferente, que en realidad disfruté».
El vídeo es una visión al pasado de Ozzy en una sala de cine, mientras en la pantalla imágenes de su niñez y sus primeros años con la banda Black Sabath hasta nuestros días. Ozzy reflexiona con una mirada que refleja melancolía y incluso tristeza.