«LA BELLA Y LA BESTIA», UNA HISTORIA QUE YA CONOCEMOS PERO CON GENTE «DE VERDAD».
Me sorprendió de sobremanera el resultado que obtuve al consultar las opiniones de mi círculo friki respecto de la película de “La Bella y la Bestia”. Lo anterior en razón de que contrario a lo que esperaba, muchos de mis amigos no se vieron satisfechos con lo que apreciaron en la pantalla por razones que en otras ocasiones han sido motivo de aplausos, en específico la casi fiel adaptación de la historia animada al ‘live action’.
Vamos explicándolo. Para nadie es una sorpresa que durante mucho tiempo la línea cinematográfica de Disney en materia de princesas cumplía con una serie de etapas que concluían en la misma cosa y los mismos personajes: una chica desprotegida que sufre las desgracias del mundo hasta que se topa con el valiente caballero que hará de sus días algo mejor, siempre acompañado de pequeñas escenas musicales.
Con el paso del tiempo, los estereotipos de la damisela desvalida fueron dejándose atrás, al grado tal de que hoy disfrutamos de historias donde la princesa es trabajadora, guerrera, de hecho ya ni es princesa, es alguien como nosotros.
Pues bien, este rompimiento de paradigmas comenzó con la historia de la Bella y la Bestia. Con la representación animada de la historia de la chica con gusto por el conocimiento que se siente ajena al mundo de ignorancia y trivialidad en el que vive y termina enamorándose de un monstruo antropomórfico con características de perro, león y oso que la mantiene un rato cautiva (¿síndrome de Estocolmo?), para después liberarla, darle un vestido precioso, cenar y echar ‘dancing’ con ella teniendo como escenario un palacio mágico que después será invadido por una turba iracunda y el clásico galán de gimnasio con más vida en los músculos que en la masa encefálica. Comienza una pelea entre las dos bestias que hay en la historia, gana la que tiene un nivel sociocultural más decente, el hechizo se rompe y Bella da gracias a Dios por poder comenzar una relación que no fuera objeto de escrutinio público por aquello de la zoofilia.
Fín.
La historia es por toda conocida y por tanto no podemos hablar de spoilers en este caso.
¿Pero que pasa con ella? ¿Cumple con las expectativas?
Si lo que quieres ver es en carne y hueso lo que viste representado por trazos de lápiz en la película animada. La respuesta es sí . El nivel de transición del papel a la acción real es increíble, pues muchas de las clásicas escenas son muy bien elaboradas y ejecutadas.
¿Quieres escuchar las canciones que te enamoraron del clásico de Disney? Las escucharás y dependiendo la sala en la que la veas, podrás notar una tremenda ejecución musical por parte de la orquesta que participa en cada una de las canciones. Incluso la Bestia se echa un palomazo inesperado que a algunos gustó y a otros no. A mí sí.
El director y los guionistas de la película se atrevieron a profundizar un poco en la historia, mostrándonos más de lo que mucho nos preguntamos (véase el caso de la mamá de Bella). Cosa totalmente innecesaria pero querían una producción de más de dos horas.
Mucho se ha criticado la imagen de Emma Watson como Bella. En lo personal creo que es perfecta, lo que representa claramente es un espejo de la imagen de Bella en la película animada. Sin embargo he de reconocer que a su papel le faltó y le faltó bastante. De hecho puedo decir que ni la Bella ni la Bestia pudieron contagiarnos algún tipo de emoción.
Por su parte el personaje de Gastón es entretenido y a la altura de lo que se espera de un imbécil narcisista; a pesar de ello creo que hubo un error en su muerte, pues jamás pensaría decir esto pero en la película de Disney la muerte de este paria es mucho más oscura, tétrica y fuerte.
Las estrellas sin duda son las cosas encantadas dirigidas por el buen Lumiere interpretado de una gran manera por Obi Wan Kenobi, perdón, Ewan McGregor. La capacidad de darle fuerza a una película solo empleando la voz es magnífica.
En fín, “La Bella y la Bestia” es una película buena y bonita, hasta ahí. Por momentos parece que hace que la magia cobre vida pero decae. No soy fan de Disney pero comparo esta situación con lo que me pasó cuando vi la versión animada de “Batman: The Killing Joke”, son unas calcas tan buenas que no hay espacio para la sorpresa y solo te sientas a ver como se admira de otra forma una historia que ya conoces de principio a fin.
NOTA: Es una película de Disney representando a otra película de Disney animada. Por favor no salgan con sus cosas de que no soportan los musicales. Si la vas a ver es porque seguramente te gustó la animada ¿y qué crees? Esa era un musical.
6.5/10